Con licencia para influir
Por KUKULKÁN EN EL AMPLIO y surtido catálogo de “usos y costumbres” de la política mexicana, el tráfico de influencias ocupa lugar estelar, casi de patrimonio cultural. Ese arte de hacer una llamadita, mover unos hilos, decir “oye, es mi cuate”, y ¡voilà!, el restaurante sigue operando sin sanciones, la